23 de Enero: Las Tres Cruces

Era una excursión especial. La primera sin Javi, que se nos ha ido a vivir a Francia y al que echaremos de menos. Y además de por eso, por otras cosas, se convirtió realmente en una excursión especial.

Maite y Nacho fueron los primeros en llegar al habitual punto de encuentro, y cuando ya pensaban lo peor porque nadie aparecía, la gente fue llegando poco a poco: Enrique Izquierdo, Cristina, Enrique Molina y Raquel... Todos menos Egon! (primer incidente). En un acto de solidaridad forzada con Javi, se quedó en la cama enfermo y se perdió esta peculiar excursión.

Salimos, como siempre con retraso, y en el viaje tuvimos que recoger a Leo y Silvia (que debutaban con AMR) y a Mireia (que volvía tras mucho tiempo). Durante el trayecto tuvimos que parar en la Safor porque el coche de Ana perdía aceite (segundo incidente). Allí vimos que el tiempo se ponía bastante feo: el frío se hacía cada vez más intenso y las nubes más cerradas. Alguien dijo: sólo falta que se pongo un poco más nublado para que nieve... y debería abrir una consulta de predicciones, porque fue llegar a Villalonga, subir al punto de partida y empezó a nevar!!! (tercer incidente).
Bajamos de los coches y aquello parecía los Alpes: nevando con una intensidad muy inusual. Cierta persona con algo de sentido común, muy a pesar de Poupée, sugirió que quizás no había muy buenas condiciones climáticas para subir al pico de la Safor.... y la verdad es que mientras decía eso, ya estaban todas las mochilas blancas. Así que decidimos bajar al bar a almorzar!.
De nuevo en Villalonga, Ana, Raquel y Mireia se entretuvieron haciendo unas divertidas fotos muy invernales, mientras un paisano nos sugería que fuéramos al bar de los jubilados. Qué gran acierto! (el paisano se ganó un cafetito gratis a nuestra costa). Allí pasamos la mañana hasta las 13.00 h. y después, decidimos probar suerte un poco más al norte. Todos menos Leo y Silvia, que decidieron que las condiciones no eran las más adecuadas para debutar y regresaron a Valencia. Así que los que quedamos cogimos los coches y tomamos dirección Norte, hasta que finalmente paramos en Tavernes de la Valldigna, en donde decidimos subir el Pico de las 3 Cruces. Así que, por fin, a las 14.30, empezábamos a hacer algo de deporte. Aunque el camino fue corto, hubo tiempo para perderse (cuarto incidente) y para dudar, a espaldas de Nacho, de su capacidad como guía (la gente se acordaba de Egon y Javi, que nunca dejaban a nadie sólo). Nacho, en un intento desesperado echó la culpa a Poupée porque según él, ella era la guía de verdad.

Finalmente y tras dos horas de caminata, decidimos que ya estaba bien de frío y... ¿dónde acabamos?.... pues otra vez en el bar!!!!. Finalmente y tras tantos incidentes, conseguimos completar una típica jornada AMR: 2 horas de caminar y dos horas de bar. Muy compensada!

Pero volveremos al Pico Safor!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario